A los estudiantes les encanta participar activamente en el contenido de los cursos e-learning. Quieren tomar decisiones, interactuar con la pantalla y controlar su entorno de aprendizaje. El diseñador instruccional juega un papel particularmente importante en esto, ya que debe crear motivación y entusiasmo a través de diversos formatos de aprendizaje.
El objetivo es evitar que el usuario se recueste en la silla y «deje pasar el curso», sino todo lo contrario, animarle a participar activamente en el contenido, hacer clic, investigar y aprender. Esto requiere la creación de experiencias interactivas en las que el usuario tiene que hacer clic en las cosas (no sólo en el botón “siguiente” :-)). De esta forma, no puede simplemente sentarse pasivamente delante de él.
Dar a los usuarios la oportunidad de decidir libremente el contenido, el orden y el ritmo o, incluso, elegir un avatar adecuado para moverse por el escenario de aprendizaje. El contenido debe ser breve y adecuado. Esto significa, sobre todo, referirse a situaciones de trabajo concretas y ejemplos reales, para así dejar claro por qué el contenido es importante y cómo el usuario puede beneficiarse de él. Por último, pero no menos importante, por supuesto, el factor de diversión también es primordial (véase Gamificación), a fin de generar una experiencia e-learning interactiva y completa. ¡Ve a por ello!